La Junta Directiva de ASINCA, patronal de las empresas de Ingeniería y Arquitectura de Cataluña, denuncia que la Autoridad Portuaria de Tarragona ha adjudicado el Programa de vigilancia ambiental de las obras del muelle Baleares Fase 1 a una empresa que incurría en baja temeraria. Según la directiva europea 2014/24 / UE, los proyectos de ingeniería y arquitectura son servicios intelectuales, por lo que se deben adjudicar priorizando la calidad por encima del precio.
ASINCA considera que la Autoridad Portuaria de Tarragona ha aplicado de manera indebida el espíritu de la Directiva Europea sobre licitaciones en el sector de la Ingeniería. Al haber aceptado una oferta de cerca del 30% bajo el precio de licitación, cuando las otras dos empresas concursantes no habían propuesto ninguna rebaja sobre el precio de partida, esta oferta es considerada baja temeraria. Sin embargo, el Puerto de Tarragona ha aceptado las justificaciones dadas por la empresa adjudicataria y ha acabado concediéndole el proyecto, priorizando de esta manera el criterio económico por encima del de la calidad técnica de los 3 proyectos presentados.
Desde ASINCA venimos llevando a cabo toda una serie de acciones con diferentes administraciones públicas para que sus pliegos de licitación se ajusten a la normativa vigente. Según la Ley de contratos del sector público de acuerdo con la Directiva 2014/24 / UE, los servicios de ingeniería y arquitectura, considerados intelectuales, deben preponderar la puntuación de la oferta técnica del proyecto por encima del económica. Esto se hace para asegurar que las futuras obras y construcciones garanticen las prestaciones para las que han sido diseñadas y su seguridad para las personas. La experiencia demuestra que las rebajas de precio acaban generando problemas posteriores.