La ingeniería como motor de la recuperación

Hemos sufrido el ataque del coronavirus, todos conocemos los trágicos resultados que ha producido y que desgraciadamente todavía seguirá produciendo, pero ahora debemos pensar en el día después; para ganar una guerra tenemos que anticiparnos a los ataques del enemigo, por lo tanto debemos analizar, pensar, planificar y actuar para recuperar lo perdido e intentar darle la vuelta a la situación tan difícil en la que estamos inmersos. Debemos identificar los puntos débiles del sistema que nos han provocado grandes pérdidas humanas y económicas, y así evitar que en el futuro estas debilidades vuelvan a causar tantos daños.

La salida de la crisis con éxito pasa por reconvertir el sistema de producción, reindustrializar y buscar nuevos objetivos. España es un país que en algunos sectores es líder mundial, somos una potencia turística de reconocido prestigio, tenemos una agricultura con una tradición centenaria y productos de muy alta calidad, empresas de infraestructuras de éxito internacional con proyectos emblemáticos, pero si queremos que nuestros jóvenes e hijos tengan salarios equiparables a los principales países europeos, también tenemos que apostar por el sector terciario y el conocimiento, por las actividades con tecnología de vanguardia, de gran valor añadido, que son palancas de la recuperación, es decir por la ingeniería, consultoría y servicios avanzados.

España también dispone de empresas de ingeniería y consultoría con una calidad igual o superior a las referentes europeas, aunque no suficientemente valoradas dentro de nuestras fronteras, y con un claro agravio comparativo con economías de nuestro entorno, a igualdad de nivel de conocimiento.

Por otro lado, es vital apostar por la investigación y el desarrollo de nuevos productos, servicios y sistemas. En España disponemos de muy buenos investigadores, pero la transferencia al mercado de sus resultados prácticos, es muy costosa, ya que en el último eslabón de este mecanismo de transmisión, creemos qué, la función de ingeniería debería tener más participación. Como ocurre en países de referencia en el ámbito científico, principalmente Estados Unidos, donde la mayoría del desarrollo de la investigación se canaliza principalmente a través del sector privado, que incorpora a profesionales de todas las disciplinas, incluido ingenieros.

Por lo tanto, pensamos que estamos ante una oportunidad histórica, para emplear a la ingeniería en España como motor de recuperación de la crisis, optimizando las inversiones, dando respuesta a los desafíos trascendentales como el cambio climático y la transición ecológica, la seguridad alimentaria y sanitaria y la digitalización en las industrias y en los ciudadanos; con tecnologías novedosas y disruptivas que nos permitan seguir compitiendo con los países más avanzados, y que suponga para el tejido empresarial y sus profesionales, junto al conjunto de la sociedad, un impulso en sus cotas de bienestar bajo la senda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Finalmente, proponemos que se utilicen los recursos de la Unión Europea, como mecanismo clave, para materializar dicha recuperación.

Manifiesto conjunto de las Asociaciones de Ingeniería y Arquitectura: AVINCO, ASINCAR, GAIA, AGEINCO, ACALINCO, ASINCEX, ASICA y ASINCA.