Kronospan eleva a 450 millones su inversión con una segunda línea

La compañía austríaca ha adjudicado contratos de construcción e ingeniería por unos 45 millones de euros a empresas locales, entre las cuales destacan Calaf, Carbonell Figueras y IDP.

La implantación de Kronospan en Tortosa (Baix Ebre) vuelve a incrementar su presupuesto, que casi se ha triplicado desde su anuncio, el pasado octubre. De los 180 millones inicialmente previstos para levantar una planta de fabricación de paneles de madera se ha pasado a unos 450 millones, de acuerdo con la última estimación con la que trabaja la compañía de matriz austríaca, cuyos administradores mancomunados en España son Javier Macicior y Javier Martínez.

¿Qué ha variado ahora? Según explican los responsables del grupo, ya se ha decidido implantar una segunda línea de producción dentro de las instalaciones, que ocupan un terreno bruto de 253.000 metros cuadrados en el polígono Catalunya Sud. De ella saldrán tableros OSB, cuyas propiedades mecánicas y estructurales son ideales para la construcción. “Teníamos claro que íbamos a levantar una segunda línea, pero no sabíamos de qué”, exponen las fuentes consultadas.

El proyecto inicial –una planta de paneles de aglomerado para la industria del mueble– ganó tamaño porque finalmente Kronospan decidió replantearlo al alza: en vez de ser una réplica de la factoría de Burgos, su tamaño será superior, con una capacidad para manipular 2.000 metros cúbicos de aglomerado de madera. Esto explica que de los 180 millones de un primer momento se pasara posteriormente a 250 millones (ver EXPANSIÓN Catalunya del pasado 20 de diciembre).

La instalación de la segunda línea volverá a incrementar la inversión, básicamente para comprar nueva maquinaria, que será importada de Alemania e Italia. La cadena de producción requiere dos condiciones, que Kronospan ya expuso al president de la Generalitat, Pere Aragonès, cuando visitó la compañía. Por un lado, quiere autorización para limpiar los montes de pino de la zona, un residuo forestal que se usaría como materia prima. Por otro, ha pedido construir un ramal ferroviario de seis kilómetros para llevar la mercancía al Puerto de Tarragona y, desde allí, exportarlo al norte de África.

Las obras avanzan y deberían estar terminadas a finales de este año o principios de 2023, cuando se pondría en funcionamiento la primera línea, con la creación de 190 puestos de trabajo. El grupo no sabe cuántos empleos se generarán en la segunda línea, pero se calcula que podrían ser unas 50 personas.

Kronospan ha adjudicado actuaciones por unos 45 millones de euros a empresas catalanas en las diferentes etapas de la construcción. Las principales adjudicatarias han sido Calaf y Carbonell Figueras, a las que ha encargado la obra civil (construcción de las naves), mientras que las instalaciones serán desarrolladas por Elecnor. Para los trabajos para explanar los terrenos se eligió a dos pequeñas compañías locales. Por su parte, IDP ha asumido el trabajo de ingeniería.